José Antonio Díaz, coordinador de informes de Cáritas, en la presentación en La Palma del I Informe sobre Exclusión Residencial Extrema, 2024. CEDIDA
El coordinador de informes de la organización Cáritas Diocesana, José Antonio Díaz, ha dicho en el foro de comunicación La Palma Opina que el principal desencadenante que lleva a algunas personas a una situación de sinhogarismo es “la carencia o debilitamiento de la red de apoyo”. Explica Díaz que el soporte de ayuda familiar o comunitaria es la primera red de respaldo y seguridad para personas en riesgo de exclusión.
“Tenemos un modelo en el que el sistema de protección social no es la primera red de seguridad, sino los recursos que la persona pueda obtener a través de sus redes de apoyo”, que, en opinión del responsable de este informe, son las que “sostienen a la persona ante un problema o un cúmulo de problemas prolongados en el tiempo”.
Díaz advierte que desde que una persona pierde una alternativa alojativa “multiplica exponencialmente su vulnerabilidad tanto en salud, en posibilidades de integración y de acceso a recursos como de recuperar un proyecto de vida”.
INFORME SOBRE EXCLUSIÓN RESIDENCIAL EXTREMA: PERSPECTIVA SOCIAL DEL ACCESO A LA VIVIENDA EN LA ISLA BONITA EN 2024
El primer informe sobre Exclusión Residencial Extrema: Perspectiva social del acceso a la vivienda en la Isla Bonita en 2024, elaborado por Cáritas Diocesana, y presentado el pasado mes de noviembre en el Cabildo Insular de La Palma, arroja unos datos que revelan un claro incremento de situaciones de sinhogarismo en la isla.
De las 322 personas sin hogar identificadas por la organización cristiana, 218 fueron atendidas a través de los servicios con los que cuenta esta ONG en la isla, como son la Unidad Móvil de Atención en Calle (UMAC), los centros de día ubicados tanto en el municipio de Los Llanos de Aridane como en la capital de la isla, Santa Cruz de La Palma, y el Hogar Joel Álvarez. Brindan atención, principalmente, a personas en situaciones de exclusión crónica, donde predominan problemas de adicciones 35,3%, enfermedades crónicas 36,2% y patologías de salud mental en un 27,1%.
Matiza Díaz sobre esta última problemática que, en cuanto al porcentaje de casos de exclusión residencial por afecciones mentales, no solo estaríamos hablando de patologías como la esquizofrenia o bipolaridad, sino de trastornos de “ansiedad y depresión crónica por la situación de vulnerabilidad y supervivencia”.
El número de personas que desarrollan su vida en un contexto de exclusión residencial lleva experimentando un progresivo aumento en la isla desde 2016. En este estudio pionero, que cuenta la colaboración del Cabildo Insular de La Palma, Cáritas informa que, de esas 322 personas identificadas en situación de sinhogarismo en 2024, 104, un 32% del total, se corresponden con afectados por la erupción volcánica de 2021. Recuerda este miembro de Cáritas que la situación de vulnerabilidad se ha agravado “con el volcán”, y denuncia, “la falta estructural de políticas de vivienda y la falta de un banco de vivienda social que ha provocado que, tres años después, haya personas viviendo en contenedores y que tienen poca red de apoyo”. Estas personas que aún viven en estas viviendas modulares, apunta Díaz, “tendrán, en algún momento, que dejar de ser atendidas por la emergencia del volcán y pasar a ser atendidas como personas en exclusión residencial extrema o residencial que también deben estar dentro del sistema de atención y que muchos están atendidos por los servicios municipales”.
Desde Cáritas Diocesana definen el sinhogarismo como “cualquier persona que tenga graves dificultades para sostener o tener una alternativa alojativa digna y segura”. En este sentido, el coordinador de Cáritas expone las cuatro situaciones que encontramos en el sinhogarismo en la isla de La Palma: “Personas que viven a la intemperie, personas que viven en estructuras improvisadas, personas en infraviviendas, personas en hacinamiento o que hacen uso de domicilios de conocidos o familiares.
Cáritas señala que 104 de las 322 personas identificadas en situación de sinhogarismo en 2024 (32 %) son afectados por la erupción volcánica de 2021.
En relación con dicha clasificación, presente en la Tipología Europea de Sinhogarismo y Exclusión Residencial ETHOS de sinhogarismo, José Antonio Díaz comenta que “hemos atendido a muchas personas que, estando en situación de sin hogar, han pasado por distintas clasificaciones de esta tipología ETHOS de sinhogarismo; pasan de vivienda insegura a infravivienda, pudiendo pasar a calle”. Subrayó Díaz que, generalmente, el empeoramiento de la situación de vulnerabilidad es debido a “la carencia de una red de apoyo o que se va quemando esa red de apoyo, a los pocos recursos que tienes y que no hay una respuesta institucional para prevenir o actuar para que no empeore la situación de estas personas”.
Señala que a estas situaciones también hay que sumar “la trayectoria de vida de la persona porque esta puede venir de un núcleo familiar violento o con exclusión social previa”. Otro factor que cabe citar y que incrementa el estado de vulnerabilidad de las personas que se encuentran en un contexto de exclusión son los “determinantes sociales de salud”. En palabras del coordinador del informe presentado en el Cabildo Insular de La Palma el pasado mes de noviembre, “la salud determina un empeoramiento de la situación social”, y explica que, “cuanto más cronificada está la persona, identificamos mayores problemas de salud mental y de salud física”. Indica en este sentido que hay un debate en torno a las adicciones en situaciones de exclusión residencial, formulándose el entrevistado una pregunta que no tiene una fácil respuesta: “¿Qué fue primero, la adicción que te llevó a la situación de calle o al revés; la situación de calle te lleva al uso de sustancias para compensar la situación que estás viviendo?”.
En cuanto a la elaboración de este informe, José Antonio Díaz explica que su diseño atiende al uso y acceso a los servicios que, actualmente, dispone esta organización. “Creemos que no definimos la imagen real de todo el sinhogarismo que hay en La Palma”. Que Cáritas dispone, destaca que la identificación de personas en situación de sinhogarismo se complica por la propia orografía de la isla, convirtiéndose en una tarea de campo “muy lenta”. “Personas que pudiesen pernoctar en barrancos, durmiendo en vehículos; llevamos con este trabajo desde 2017, año en el que identificamos 73 personas inicialmente, pero en 2024 ya teníamos 218 personas identificadas”. Insiste en que los centros de día han sido clave, porque están situados en los dos municipios principales de la isla y con mayor densidad de casos, y esto ha favorecido “identificar la necesidad de acceso a recursos básicos de estas personas, porque los centros de día han sido fundamentales a la hora de identificar a personas que no habían sido identificadas”.
En cuanto a la movilidad de las personas en extrema vulnerabilidad residencial, desde la organización humanitaria valoran que un 70% de estas se corresponde con la gran movilidad que hay en situaciones de sinhogarismo. “Entre el informe que acabamos de elaborar de 2024 y el que estamos elaborando para el 2025, puede que haya una fluctuación de casos de un 15% al alza o a la baja, porque ese 70% de personas atendidas tienen una gran movilidad, ya que están en una situación constante de búsqueda de alternativas fuera de la isla” o también por “fallecimientos o personas hospitalizadas que ya no vuelven a la calle”. La movilidad de este colectivo, señala Díaz, es muy significativa “porque no es una exclusión específica, es situacional”.
La orografía de la isla dificulta la identificación de personas en situación de sinhogarismo, según Cáritas.
APOYO INSTITUCIONAL
Cáritas Diocesana confirma a La Palma Opina la decidida implicación del Cabildo Insular de La Palma, no solo por el apoyo a la elaboración de este informe social sobre la situación de las personas sin hogar en La Palma, sino por la ejecución de una línea de subvenciones para cubrir con mayor personal los recursos de los centros de día que tiene esta organización cristiana y que, básicamente, estaban apoyados “por voluntariado y por la unidad de atención en calle”. De esta manera explica Díaz que “se ha ampliado el número de técnicos, tanto por demanda de los grupos parroquiales que necesitaban más presencia técnica para desarrollar esos procesos de intervención con las personas que acudían como apoyo por parte del cabildo”. El responsable de este informe aseguró además que “el Cabildo está buscando alternativas para ampliar el número de plazas alojativas para estas personas, y no pasen, por lo menos, las noches en la calle”.
A su vez, considera una buena noticia que la consejera insular de Acción Social, Ángeles Fernández Acosta (CC), haya afirmado la intención de recuperar la mesa técnica de sinhogarismo, paralizada desde hace algunos años, y que, en opinión de Díaz, “es la que puede estructurar un seguimiento real para una estrategia que genere los recursos necesarios según el momento y la situación y estabilizar un sistema de atención adecuado”.
Cáritas destaca la implicación del Cabildo de La Palma en las acciones dirigidas a las personas en situación de sinhogarismo.
PERSONAS MIGRANTES Y SINHOGARISMO
¿Qué papel juegan las personas migrantes en este contexto de exclusión en La Palma? Atendiendo al trabajo de campo realizado por Cáritas, Díaz concluye que “estamos hablando de un 34% de personas migrantes y hay que identificar correctamente todas las situaciones de migrantes”. Aclara el entrevistado que, aunque se ponga la etiqueta de inmigrante recién llegado, “las personas que nosotros atendemos dentro del colectivo migrante no son personas recién llegadas, son personas que residen aquí, muchos incluso llevan décadas”, y puntualiza que “hay personas comunitarias que han hecho su vida en Canarias y que han perdido sus redes de apoyo, así que es un porcentaje muy pequeño el de personas recién llegadas y que representan siquiera un 6% con respecto al 34% de personas migrantes que hay en la isla en esta situación”.
Aludiendo a los resultados del informe de exclusión residencial extrema en La Palma, José Antonio Díaz concluye que “tenemos un problema general de exclusión y de desigualdad que ha ido creciendo para todos, tanto para nacionales como para la población migrante estable, y que tenemos que afrontar con distintas respuestas desde el ámbito político y social”.
Concluye el coordinador de informes de Cáritas Diocesana que, sin ser un problema a señalar dentro de las estadísticas que su organización maneja, la población migrante es una realidad presente en nuestras islas: “Si no existieran estos grupos migratorios, tendríamos muchas dificultades para subsistir solo con nuestro trabajo”.
Díaz alerta sobre el crecimiento de la exclusión y la desigualdad en la sociedad.

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