Salud Pública expresa dudas sobre la viabilidad de extender el proyecto de extracción de CO₂ a todo Puerto Naos

Salud Pública expresa dudas sobre la viabilidad de extender el proyecto de extracción de CO₂ a todo Puerto Naos

Imagen del acceso a la zona donde se registran las mayores concentraciones de CO₂ en Puerto Naos. EL PERIÓDICO DE LA PALMA

El proyecto de “mitigación por despresurización del terreno” que desarrolla en Puerto Naos el Instituto de Ciencias de la Construcción Eduardo Torroja (IETCC) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), junto al Instituto Geográfico Nacional (IGN), para extraer CO₂ de los puntos con valores más altos de la zona y canalizarlo hacia otro sector del litoral, ha sido puesto en cuestión por varios miembros del grupo de expertos del Plan Territorial Insular de Emergencias de Protección Civil (PEINPAL) del Cabildo de La Palma.

Las dudas sobre la viabilidad del proyecto se plantearon durante la reunión del grupo de expertos del PEINPAL, celebrada el 30 de octubre, según recoge el informe publicado. Entre quienes expresaron sus reservas figuraron los representantes de la Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Canarias, que llegaron a cuestionar “la factibilidad de esta posibilidad técnica en condiciones reales”.

En esa reunión, según consta en el citado documento, se informó sobre el proyecto piloto que actualmente se desarrolla en un garaje de la denominada “zona negra”. Se trata de una técnica que “proviene del ámbito de la protección frente al radón” y que se considera “una de las más efectivas”.

Parte del informe de la reunión del grupo de expertos del PEINPAL del 30 de octubre donde se abordó el proyecto del IETCC.

El CO₂ sería captado del subsuelo mediante cuatro arquetas conectadas a un sistema de extracción formado por dos ventiladores, cuya salida se situaría en la fachada del edificio. A través de una tubería exterior, el gas se canalizaría hacia otra zona “donde no cause riesgo a las personas”, algo que aún no se ha probado, a la espera de determinar la ubicación definitiva.

En la reunión, al menos cuatro aspectos del proyectos, fueron comentados: la necesidad de que el sistema funcione “en continuo” mientras “no se pueda saber por qué el gas se emite en cada lugar y cómo”; el aumento de la monitorización del “entorno y los alrededores del local en el que se hacen las pruebas para observar si hay aumento de la emisión de CO₂ en otros sitios cercanos” una vez se extraiga el gas; la “adecuada canalización y almacenamiento/evacuación de las concentraciones elevadas de CO₂ extraídas”, en caso de que la medida se plantee “para más edificios”, y las observaciones ya mencionadas de Salud Pública.

Para estos miembros, “habría que determinar qué espacios aplicarían esta tecnología”, así como “la viabilidad del entramado de conductos de gas, la dimensión de los motores de extracción y su mantenimiento”. Además, advierten de la “inmensa concentración de gases”, que, a su juicio, sería “a concentraciones superiores de las que existen en la mayoría de los espacios interiores en este momento” y que se liberarían en “lugares al albur de las condiciones meteorológicas”.

Leave a reply