Ricky Martín en un momento de su actuación. ADONAI CARBALLO RODRÍGUEZ
Culminó una nueva edición del Isla Bonita Love Festival con su tradicional concierto en el Puerto de Tazacorte, esta vez, con Ricky Martin y Martin Garrix como cabezas de cartel acompañados de artistas como Chanel, Ptazeta, Kingdom, St. Pedro y el palmero Orribo, una mezcla de estilos para todos los gustos con un mensaje común, celebrar el amor en todas sus formas posibles.
El Festival arrancó mediada la tarde, bajo un solajero importante, con el toque palmero del evento. Ferchos, Macaca Radiata y Orribo sacaron a relucir el talento local para dar paso al talento canario, St. Pedro divirtió al poco público presente en ese momento con una mezcla de bachata, verbenita y baladas, se respiraba alegría en el ambiente y era el turno de K!ngdom, una fusión de pop, rock y música electrónica girando el ambiente del momento y preparando al público, que iba llegando al recinto, de los platos fuertes que estaban por llegar.
Bajaba el sol en el Puerto y la grancanaria Ptazeta saltaba al escenario derrochando energía con Juacko en los platos y sus temas más conocidos como “Mami” y “Trakatrá” haciendo las delicias de un público cada vez mayor que disfrutó de su actuación. Como es costumbre Ptazeta abordó, entre canciones, dos cuestiones fundamentales como son el cuidado de la salud mental y el amor libre para despedirse de forma arrolladora “cuídense la cabeza y follen con quien les dé la gana”.

Chanel durante el concierto del Isla Bonita Love Festival 2024. ADONAI CARBALLO RODRÍGUEZ
Chanel cogió eltestigo de la canaria y no fue menos, dando un espectáculo al nivel de su tercer puesto en Eurovisión en el año 2022. Cantó sus canciones más reconocidas como “SloMo” y “Clavadito”, llamó a Ptazeta al escenario para cantar “Ping Pong” juntas con un equipo de bailarines a la altura del evento, dejando el listón alto para el cabeza de cartel.
Sobre las 23.30 arrancaba uno de los platos fuertes de la noche Ricky Martin cantaba por primera vez en la isla de La Palma para no dejar indiferente a ningún espectador. Uno por uno fue repasando sus canciones más famosas, desde “Livin’ la vida loca” hasta “Venta pa’ ca” pasando por “La mordidita” y “La copa de la vida” que fue la despedida del cantante puertorriqueño de un buen espectáculo de producción notable con músicos y bailares a la altura de los esperado en todo momento.
La noche de las estrellas se cerraba con Martin Garrix, no menos aclamado que Martin, dando un espectáculo muy esperado por la mayoría de la juventud presente en el Festival. El cuatro veces elegido mejor DJ del mundo, desplegó sus mezclas más famosas con un show de luces y video a la altura del festival.
En líneas generales un evento superlativo por el nivel musical, intachable en su fondo por la lucha de la igualdad y los derechos de cada uno para amar a quien quiera y con cuestiones a mejorar a nivel organizativo, no es de recibo que, en un festival financiado en su mayor medida por fondos públicos, necesites diez euros para poder comprar una botella de agua. Fondos que no estaría mal saber su cuantía y su retorno en nuestra isla, pero, mientras tanto, ojalá que llegue el día que nadie tenga miedo de amar a quien quiera.
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