Santa Cruz de La Palma revivió la noche del lunes una de sus estampas más queridas con el regreso del desfile de la Pandorga, una tradición enraizada en las Fiestas Lustrales de la Bajada de la Virgen de las Nieves que volvió a iluminar a la luz de las velas las calles de la capital palmera diez años después.
Más de 800 farolillos artesanales, conocidos como “pandorgas”, recorrieron las arterias principales de la ciudad al anochecer, sostenidos por cientos de niños y niñas acompañados por familiares, vecinos y visitantes.
