Víctor Melo, presidente de la Asociación Volcanes de Canarias, durante un momento de la entrevista con ‘La Palma Opina’. CEDIDA

El presidente de la Asociación Volcanes de Canarias ha afirmado en el foro La Palma Opina, que se debe iniciar un “plan educativo de manera rigurosa” sobre riesgo volcánico, y lamenta que este no sea, actualmente, una prioridad para las autoridades responsables de la protección civil en una isla como Tenerife, en la que sería “muy complicado” gestionar una erupción volcánica.

En una reciente entrevista concedida al foro La Palma Opina, Víctor Melo, presidente de la Asociación Volcanes de Canarias, ha mostrado su satisfacción al considerar que las autoridades de Tenerife “han reconocido que el Teide es un volcán activo y hay que vigilarlo”, después de que el pasado 23 de enero, expertos del Comité Científico de Evaluación y Seguimiento de Fenómenos Volcánicos (CCES), previsto en el Comité Científico del Plan de Emergencia Volcánica de Canarias (PEVOLCA), informaran a las autoridades insulares del aumento de la actividad volcánica anómala en el Teide. En este sentido, Víctor Melo ha explicado que “una pequeña deformación del terreno” ha sido la gran novedad con respecto al aumento de los enjambres sísmicos que llevan registrándose en el entorno del Teide desde 2016.

Señala el presidente de esta asociación científica que, junto a la ligera deformación del terreno, “ha habido algunos cambios en los gases” y sostiene que por estas dos razones el Instituto Geográfico Nacional (IGN) reconoció que había que incrementar la vigilancia con el fin de “observar si estos datos cambian o si aparecen datos nuevos para ir ajustando la predicción”. Recuerda este divulgador científico que la inexistencia de un pronóstico de “actividad volcánica inmediata” no significa que dentro unos meses “no aparezcan nuevos datos que hagan pensar en una posible actividad eruptiva”, aunque, a día de hoy, no haya indicios precursores que nos puedan hacer pensar en el inicio de un proceso eruptivo.

PLANES DE EMERGENCIA

“Tenemos varios planes de emergencia volcánica como el PEVOLCA y luego el Cabildo de Tenerife tiene otro plan específico para la isla”, responde Víctor Melo al ser preguntado acerca de si las autoridades están suficientemente preparadas para gestionar una emergencia volcánica desde el punto de vista de la protección civil. En este sentido, Melo se muestra crítico: “para nada nos sirve tener un plan perfecto sobre el papel, cuando la población que tiene que responder en ese plan no está formada”. Considera que una erupción volcánica en la isla de Tenerife significaría una emergencia muy “complicada de gestionar”. Circunstancias como “la cantidad de gente que vive en Tenerife, el número de turistas que nos visitan y el complejo sistema de comunicaciones que tiene la isla” dificultarían la capacidad de gestión de una erupción volcánica” reflexiona Víctor Melo. Por este motivo, cree urgente divulgar los planes de emergencia para favorecer que estén al alcance de la población, y hacerlo de una manera eficaz y concreta, a través de la realización de “simulacros y programas educativos en centros de escolares”. Insiste el presidente de la Asociación Volcanes de Canarias, que las autoridades, en este asunto, “tienen que dar un paso al frente y preparar a la población de Tenerife para el impacto de una erupción volcánica”.

ACCIONES CONCRETAS PARA UN MAYOR CONOCIMIENTO DEL RIESGO VOLCÁNICO

En cuanto al compromiso que las autoridades deben adquirir en la tarea de informar a la población sobre el riesgo volcánico, Víctor Melo opina que “hay que iniciar ya un plan educativo de manera rigurosa” y subraya el entrevistado que se debe emprender programas educativos en los centros escolares e institutos con el fin de informar sobre riesgo volcánico. “Hay que preparar una serie de materias educativas y llevarlas a cabo”. Según Melo, el principal escollo para que esta propuesta de formación en riesgo volcánico se lleve a cabo, está en que “los responsables de la educación y de la protección civil siguen sin verlo una prioridad”.

¿DÓNDE PODRÍA TENER LUGAR UNA ERUPCIÓN VOLCÁNICA EN TENERIFE?

A la pregunta de en qué en qué lugar podría suceder una erupción volcánica, el divulgador científico  explica que  “el sistema volcánico de Tenerife es muy complejo y se alimenta de vulcanismo principalmente basáltico, pudiendo generar erupciones estrombolianas similares a la de La Palma”, y recuerda que hay zonas más propensas donde se han producido las últimas erupciones históricas: “zona de Boca Chinyero, brazo volcánico de Santiago del Teide, también tenemos la dorsal volcánica de La Esperanza, el volcán de Fasnia, Arafo; en esas dorsales es probable una actividad estromboliana similar a la última erupción de 2021 en La Palma”. Añade a esta enumeración un elemento más. “En Tenerife tenemos el sistema volcánico del Teide-Pico Viejo formado por un estratovolcán llamado Teide, que tiene su propia cámara y puede generar erupciones más explosivas, ya que posee una cámara magmática y cada cierto tiempo, hablando en tiempos geológicos, puede tener una erupción”. Aclara que “como ese magma está más envejecido, tiene más gas y bajo esas condiciones podríamos esperar erupciones que son más intensas y mucho más complicadas de gestionar”.

AFRONTAR UNA ERUPCIÓN VOLCÁNICA ES RESPONSABILIDAD DE TODOS

En cuanto a la responsabilidad que recae sobre la sociedad a la hora de afrontar una erupción volcánica, Víctor Melo recuerda que tanto científicos, periodistas como autoridades y ciudadanos deben ser conscientes de que “una erupción volcánica es responsabilidad de todos los que estamos en la sociedad”. En este sentido, destaca que “la prensa ha de ser consecuente con lo que cuenta y cómo lo cuenta” e invita a las personas receptoras de la información y las comunicaciones, a dirigirse a “lugares fiables y serios”, y que la formación en riesgo volcánico “es nuestra obligación como ciudadanos”, sentencia.

En lo referido a la labor fundamental de las autoridades en la gestión de una emergencia volcánica afirma: “tienen que ser serias y transparentes y no paternalistas con la población” considerando que es una función indispensable “hablarles claro y explicarles qué se puede esperar de un fenómeno volcánico y divulgar los planes de emergencia respectivos”.

Por último, el presidente de la Asociación Volcanes de Canarias ha hecho autocrítica al referirse a las comunicaciones científicas, las cuales, bajo su criterio, han de ser claras. “Los científicos tienen que hablar con claridad, de forma comprensible para ayudar a entender el fenómeno lo que es el fenómeno volcánico de una manera clara y sencilla”.