Tras varios días de un episodio de altas temperaturas en la vertiente Oeste y cumbres de la isla que llevó a los termómetros a situarse por encima de los 40 grados centígrados, este lunes, 14 de agosto, las temperaturas máximas comenzaron a descender, según se recoge en los datos proporcionados por la AEMET en su red de estaciones automáticas desplegadas por La Palma.

La temperatura máxima registrada se alcanzó a las 17:20 horas, en El Paso, con 34,7 grados centígrados. Por su parte, en Puntagorda y en Tijarafe se registraron 34 y 33,4 grados centígrados respectivamente.

Respecto a las temperaturas mínimas, estas siguieron siendo especialmente altas, sobre todo en El Paso, con 28 grados centígrados, situándose en todas las estaciones de la isla valores superiores a los 20 grados centígrados, excepto en San Andrés y Sauces, que alcanzó los 19,7 grados centígrados a las 23:10 horas.

Este descenso de las temperaturas ha motivado que el Gobierno de Canarias, a través de la Dirección General de Emergencias, haya actualizado su declaración por fenómeno meteorológico adverso, pasando de “alerta máxima” a “alerta” desde las 15:00 horas del día de ayer.

ALERTA POR FENÓMENOS COSTEROS EN TODAS LAS ISLAS

Por otra parte, se ha declarado la situación de alerta por fenómenos costeros en toda Canarias a partir de las 08:00 horas de este martes, 15 de agosto, ya que se espera un “episodio de marejada a fuerte marejada”.

“En las costas del oeste y sur de las islas, mar de fondo del sur y suroeste de 1 a 2 m. con alta energía y, en las costas abiertas al norte, mar de fondo del norte, igualmente de 1 a 2 m., combinado con viento generalizado del norte o nordeste, de 50 a 61 km./h. (fuerza 7)”, informa el Gobierno de Canarias.

Añaden que este fenómeno “coincide con un momento de mareas vivas, que podrían ampliar los efectos de la mala mar, pudiendo causar daños a los bañistas, e incidencias en infraestructuras costeras, especialmente en costas abiertas al sur y oeste”.

Esto lleva a las autoridades en materia de emergencia a afirmar que “no pueden descartarse, incluso, posibles inundaciones en avenidas costeras, especialmente coincidiendo con la marea alta (pleamar)”.