Cuando El Paso y las Haciendas pleiteaban en los tribunales por la titularidad de la Caldera

Cuando El Paso y las Haciendas pleiteaban en los tribunales por la titularidad de la Caldera

El pasado viernes, 27 de octubre, el Ayuntamiento pasense conmemoraba el 69º Aniversario de la Declaración del Parque Nacional con la tercera edición de los Premios Caldera de Taburiente, recayendo uno de los galardones en las Haciendas de Argual y Tazacorte.

Pero hubo un tiempo, quizás muy lejano para algunos, en el que el Ayuntamiento de El Paso no entregaba premios al Heredamiento de las Haciendas de Argual y Tazacorte, sino que pleiteaba contra esta agrupación de propietarios de aguas por la titularidad de la Caldera de Taburiente.

En la nota de prensa municipal sobre los premios, se destacaba el hecho de que esta entidad eran “propietarios de la mayor parte del territorio que compone el Parque Nacional, compuesto por cerca de 1.800 hacendados que aprovechan el agua de más de 70 manantiales y galerías de la Caldera, así como las aguas que por escorrentía llegan a Dos Aguas, una vez fuera de los límites del Parque”.

Además, la corporación reconocía como “sus ordenanzas dictan una estricta protección de los bosques del interior de la Caldera, prohibiendo la tala de árboles y la introducción de ganado, conscientes de que la presencia y conservación de la cubierta arbolada garantizaba la permanencia de fuentes y manantiales, así como su caudal”.

De esta forma “gracias a esta temprana conciencia ecológica, nacida hace más de 400 años, la Caldera de Taburiente ha llegado hasta nuestros días con sus recursos naturales casi intactos, lo que ha propiciado su declaración como Parque Nacional”.

Pero esta relación entre ambas instituciones no siempre fue así y seis décadas después, sin testigos directos del pleito que impulsó el Ayuntamiento de El Paso contra las Haciendas por la propiedad de las tierras y de las aguas de la Caldera en la década de los 60, y sin el conocimiento del pasado, es fácil desconocer lo sucedido.

Una conflictividad que el investigador Juan Carlos Díaz Lorenzo retrotrae en un artículo, publicado en Diario de Avisos el 7 de noviembre de 2004, a los años posteriores a la segregación municipal de Los Llanos “cuando ambos ayuntamientos pretendieron el reconocimiento de la propiedad de las fuentes de Ejeros y Capitán, en el interior de la Caldera.”

El rechazo del Registro de la Propiedad en 1961 a la inscripción de la Caldera como un bien de titularidad municipal llevó al Ayuntamiento a promover un litigio sobre la pertenencia de la misma en la que tuvo la oposición de los Heredamientos de las Haciendas de Argual y Tazacorte, reivindicados así mismos como propietarios como consecuencia de los repartos de tierras y aguas que se produjeron tras la conquista de la isla y cuyos derechos se fueron transmitiendo entre generaciones durante más de cuatro siglos.

Un pleito en el que el Ayuntamiento de El Paso, pese a contar los hacendados con el apoyo e influencia de prohombres del franquismo en nuestra isla, como el ex ministro Blas Pérez González o su hermano, Esteban Pérez González, llegó hasta el Tribunal Supremo, donde sus argumentos fueron desestimados, al considerarse como “legítimos propietarios” a los miembros de los Heredamientos de las Haciendas de Argual y Tazacorte.

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