Juan Manuel Hernández: “En esta isla no queremos afrontar el tema de la desaladora, parece que vamos a montar centrales nucleares”

Juan Manuel Hernández: “En esta isla no queremos afrontar el tema de la desaladora, parece que vamos a montar centrales nucleares”

Hernández recuerda que “llevamos dos años en los que las precipitaciones relacionadas con alisios se han perdido”. CEDIDA

Juan Manuel Hernández, responsable coordinador de la Red de Estaciones Meteorológicas del Cabildo Insular de La Palma ha alertado, en declaraciones a este periódico, que la isla se aproxima a un “panorama difícil” si las precipitaciones no hacen acto de presencia durante actual invierno “en la cara norte y noreste de la isla”, y asegura que, con la escasez de lluvias en las mencionadas vertientes, “volveremos a tener un verano difícil”. La importancia de que las laderas del norte y nordeste de la isla reciban el agua de las precipitaciones se debe, según explica Hernández, a que “la circulación hídrica en La Palma va de norte a sur”.

La disminución de los registros pluviométricos, en opinión de este ingeniero agrícola, genera un escenario de incertidumbre en lo que respecta al futuro hídrico de la isla, ya que, aunque reconoce que ha habido un incremento de las lluvias en la vertiente oeste, la circulación hídrica “no está pensada para sacar agua del oeste para traerla al este”.

REDUCCIÓN DE LAS PRECIPITACIONES Y LA ALTERNATIVA DE LA DESALACIÓN

Junto a la merma en las precipitaciones en los últimos años, con la cada vez menos frecuente llegada de perturbaciones de origen polar y la ausencia de episodios en los que el régimen de alisios adquiere mayores características de humedad generando precipitaciones en relieves de las medianías del norte y nordeste, Juan Manuel Hernández recuerda que “llevamos dos años en los que las precipitaciones al este y norte relacionadas con situaciones de vientos alisios húmedos se han perdido. Ya no tenemos las famosas descargas frías o nortadas”.

En esta línea, el coordinador de la Red de Estaciones Meteorológicas del Cabildo Insular de La Palma, insiste en subrayar el evidente déficit en los datos anuales de lluvia: “Si consultamos los datos de la última década, las precipitaciones han descendido, especialmente en la vertiente oeste, donde la merma es importante» y recuerda que “si sacamos de la ecuación las precipitaciones que nos dejó la perturbación Hermine en 2022”, los datos anuales continúan su “caída libre en el periodo de los últimos diez años”. El sistema inestable de origen tropical Hermine centró el interés de los meteorólogos y de la población, un evento de gran impacto mediático pero que, en cuanto a las lluvias, representó un episodio efímero: “Duró prácticamente un día”, recuerda Hernández.

LAS LLUVIAS DEL OTOÑO DE 2024

En cuanto a las lluvias caídas el pasado otoño, Hernández opina que han mejorado poco la situación hídrica de la isla: “Palían en el sentido de que en aquellas galerías que cuelguen de la cara noroeste de la isla, hay un pequeño respiro, pero en el resto, olvídate”. A este panorama, que el ingeniero agrícola define como “poco halagüeño”, hay que sumar el estado paupérrimo del porcentaje de llenado los embalses gestionados por el Consejo Insular de Aguas de La Palma. “Las balsas de la comarca este están todas desiertas, Adeyahamen, Laguna de Barlovento, y el canal LP1 está sufriendo una merma de un 60%”.

Ante esta situación de preocupante precariedad, para Hernández la desalación se presenta como una opción. “Hay que pensar en otras alternativas, porque municipios como Fuencaliente necesitan un apoyo que en este caso viene por una desaladora”, y no entiende a los que se oponen a esta infraestructura de extracción industrial de agua: “Parece que en esta isla no queremos afrontar el tema de la desaladora, parece que vamos a montar centrales nucleares”.

EL EMPORAMIENTO EN LA CALIDAD DEL AGUA TRAS LA ERUPCIÓN VOLCÁNICA

A la reducción notable de las precipitaciones y a las elevadas mermas de agua que presenta el canal LP1, cabría añadir el daño que han sufrido los pozos en propiedad de la Comunidad de Aguas Tenisca. A este respecto, Juan Manuel Hernández señala que el agua de estos pozos se ha visto afectada debido a la actividad volcánica reciente vinculada a la erupción del Tajogaite, sosteniendo, que se está “acidificando”.

Preguntado por la manera en cómo puede dañar la acidificación de agua a su calidad y aprovechamiento para diferentes usos, el entrevistado aclara que, en este caso, “el CO2 se ha mezclado con el agua atacando los minerales y está provocado que las conductividades eléctricas se han elevado un 40% de lo que sería normal debido a la actividad volcánica”.

En palabras de Juan Manuel Hernández, el incremento de estas conductividades “ha modificado las características del agua” considerando, por lo tanto, razonable, “pensar en una desaladora a corto plazo”, sentencia.

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