Dos de las consecuencias de la erupción volcánica iniciada en Cumbre Vieja el 19 de septiembre de 2021 fueron la evacuación de más de 7.000 personas y la destrucción de 1676 edificaciones, de las cuales 1345 eran viviendas residenciales, según se recoge en la web Riesgo volcánico del Cabildo de La Palma.

La pérdida de primeras viviendas provocó cambios en la población de los municipios afectados que los últimos datos del Padrón publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) el pasado mes de diciembre parecen comenzar a reflejar.

En 2021, el año en que estalló el volcán, la población del Valle de Aridane era de 32.951 habitantes, de los que 20.648 se situaban en Los Llanos de Aridane, el municipio más poblado de la isla, 7.745 en El Paso y 4.558 en Tazacorte.

Dos años después, la población en el conjunto del Valle se había reducido en 220 personas, siendo Los Llanos el único de los tres municipios, el más afectado por el volcán, que ha perdido población en este periodo de tiempo, perdiendo 459 habitantes hasta llegar a los 20.189.

Por contra, tanto El Paso, como Tazacorte, han aumentado en este periodo su padrón de habitantes, incrementándose en 222 en el primero caso y en 17 en el segundo, por lo que a falta de datos más concluyentes, todo parece indicar que la población que pierde Los Llanos la ganan los municipios limítrofes.

En este sentido, en enero de este año, en el marco de la comisión General de Cabildos del Parlamento de Canarias, Sergio Rodríguez, presidente del Cabildo palmero, informó que hasta ese momento 249 afectados habían obtenido licencia para construir una nueva vivienda, de los que 170 lo habían hecho en Los Llanos de Aridane, 70 en El Paso y 9 en Tazacorte, lo que refuerza el argumento de que una parte de los afectados llanenses ha desplazado su domicilio hacia El Paso.