El Periódico de La Palma publica el siguiente escrito de rectificación, remitido por Drago Canarias, en cumplimiento de Ley Orgánica 2/1984, de 26 de marzo, reguladora del derecho de rectificación.
Hace algunos días, se publicó en este mismo periódico un artículo “de opinión” firmado por un redactor aparentemente externo al periódico que incluía el siguiente párrafo:
“El nacionalismo independentista ha tomado el control de las movilizaciones, y lo que es peor, empieza a dominar el lenguaje del discurso que se opone y disiente, y lo hace a través de una visión raquítica, rancia e irrisoria de la sociedad canaria y de un fenómeno complejo y con múltiples aristas como es el turismo. Gozan del respaldo y patrocinio de su gran valedor intelectual; un partido político de reciente creación y que conocemos con el nombre de Drago Canarias. Formación hecha a imagen y semejanza de Alberto Rodríguez; un personaje político desagradecido y egoísta, de mirada esquiva y con un cargamento notable de mala leche en sus intervenciones públicas. Es el nuevo mesías de la izquierda a la izquierda del PSOE, un traidor que despreció y humilló a los que tanto lo defendieron. Drago Canarias intenta capitalizar políticamente las reivindicaciones que exigen un cambio de paradigma en el desarrollo económico vinculado al turismo, pero Drago Canarias a mí no me representa, ni representa a otros tantos miles de manifestantes.”
En él, se sostenía que Drago Canarias tiene el “patrocinio” de los movimientos sociales convocantes de la manifestación del 20 de octubre en varias islas del archipiélago, algo que desde El Periódico de La Palma debe reconocerse que es rotundamente falso y, a nuestro juicio, introducir controles mínimos de lectura en contenidos antes de su publicación. Bastaría consultar por parte del medio a cualquiera de las organizaciones convocantes —también en La Palma— que no hay patrocinio alguno. Además, como puede observarse
en el propio párrafo, esta afirmación falaz y con total menosprecio a la verdad viene acompañada de otras falsedades y descalificativos hacia el partido y hacia un representante del mismo, en un claro intento de desprestigiar a la organización: “traidor, desagradecido, egoísta, mesías” o “Drago Canarias intenta capitalizar”.
Sin embargo, desde su fundación, Drago Canarias ha valorado siempre el trabajo y el espacio de los movimientos sociales, repitiendo públicamente a través de posicionamientos y comunicados el respeto y la necesidad de un movimiento social fuerte e independiente en Canarias, algo que otros espacios políticos no hacen. Es por ello que ninguna persona podrá encontrar jamás una prueba que sostenga esa afirmación, y es por ello que el autor del artículo no aporta ningún argumento, porque no existen.
Asimismo, Drago Canarias respeta profundamente la libertad de cualquier redactor o periodista para expresar sus ideas libremente, pero no puede permanecer impasible ante un evidente intento de poner a la opinión pública en contra de la organización a través de la mentira y el insulto, porque a nuestro entender, y creemos que al de cualquier lector medio, eso no es un artículo de opinión, sino un libelo de odio personal, o inclusive tratándose de exmilitantes de Podemos e Izquierda Unida, un intento de adjudicar conductas que tienen
sus organizaciones o exorganizaciones al resto, en una especie de “todos los partidos políticos” son iguales. Pues no, no todos son iguales.
En este sentido, Drago Canarias defenderá siempre, porque así lo hizo desde su constitución —antes de que surgieran los movimientos ligados estrictamente al 20A—, la lucha contra el modelo actual de monocultivo económico y turismo masivo, la protección del territorio, el derecho a una vivienda digna, y en general, los derechos sociales; pero lo hará siempre desde su ámbito de actuación como partido político, y jamás condicionando la necesaria autonomía e independencia del tejido asociativo para sacar rédito electoral.
Estamos orgullosas de las movilizaciones históricas de nuestro pueblo al igual que lo estamos de nuestra organización, de nuestras militantes y el trabajo que desarrollan diariamente de forma altruista para cambiar nuestro país. Y partiendo de ese orgullo y empoderamiento colectivo actuamos, bien sea para facilitar la existencia en nuestra tierra de unos movimientos sociales autónomos y libres de injerencias partidistas, bien sea para defender a nuestro espacio de brega colectivo y a las personas que lo forman en todas las
islas de nuestro país.
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