Cambio de ciclo

Por primera vez desde octubre de 2011, con dos breves paréntesis en 2013 y en 2019, el PSOE no se sentará en este mandato en el Consejo de Gobierno del Cabildo de La Palma.

Tras las presidencias de Felipe Hernández a comienzos de la década de los 90, el PSOE con Anselmo Pestana volvió a recuperar importantes cuotas de poder institucional en la isla, entre ellas el gobierno insular.

Primero con CC, luego con el PP, posteriormente con CC y, nuevamente, con el PP, el PSOE, desde la presidencia o la vicepresidencia ha sido un actor clave en la política insular de esta última década en la isla.

Los resultados del 28-M anticipan lo que podría ser el comienzo de un cambio de ciclo, donde la otrora hegemonía socialista, fraguada a nivel municipal desde 2011 en numerosos acuerdos con el PP, pero también con CC, se ve superada por el ascenso de CC y la conformación de un acuerdo regional de centro de derecha que dejaría a los socialistas, por el momento, con las alcaldías de San Andrés y Sauces, Puntagorda y Puntallana.

La entrega de la Presidencia del Cabildo al PP en este último mandato, donde había sido la tercera fuerza en votos, no parece haber sido una buena estrategia para los socialistas, que pierden votos y consejeros, pero tampoco para los populares, que no rentabilizan su acción de gobierno desde una presidencia que no ocupaban desde la década de los 80 del siglo pasado.

Tampoco la división surgida en el interior del partido como consecuencia de las primarias para la elección de la Secretaría General ha ayudado al PSOE. La falta de integración mostrada por el Secretario General, materializada en el veto a participar en cualquier cargo orgánico o candidatura a determinadas activos del partido en el Valle de Aridane no parece haber sido la mejor de las decisiones.

La polémica gestión de la crisis volcánica hizo mella en socialistas y populares, pero también algunas decisiones del presidente del Cabildo, como la de otorgar una subvención directa de 1 millón de euros a una empresa familiar, sin ni siquiera ausentarse de la votación en el Consejo Insular de Aguas.

El importante apoyo logrado por CC no debería llevarles a creer que han obtenido un cheque en blanco de la ciudadanía palmera. Tras volver a obtener en el Cabildo una mayoría absoluta, algo que no sucedía desde 2007, los nacionalistas están ante el reto de demostrar que una nueva generación de políticos de esta formación se encuentra alejados de las críticas de enchufismo, caciquismo y clientelismo que se lanzaron durante sus gobiernos.

El Cabildo necesita convertirse en una administración más abierta, transparente, participativa y democrática de lo que ha sido hasta la fecha. No suelen ser las mayorías absolutas el escenario habitual para estos cambios, pero son imprescindibles para que la ciudadanía palmera recupere la confianza en una institución, en demasiadas ocasiones, vista como muy alejada de las preocupaciones de los palmeros y de las palmeras, lenta en la resolución de trámites y costosa en cuanto a su funcionamiento.

Leave a reply