La Palma y Tenerife han vivido este verano dos destructivos incendios desarrollados en lo que los expertos llaman el interfaz urbano-forestal, es decir, la zona en la que el terreno forestal se mezcla con viviendas.

Dentro del operativo que trabaja en la extinción del fuego juega un papel destacado, en primera línea, los distintos cuerpos de brigadas antincendios, ya sean insulares, regionales o estatales.

EL PERIÓDICO DE LA PALMA ha entrevistado a un miembro de las Brigadas de Refuerzo en Incendios Forestales (BRIF) con base en Puntagorda, que no ha querido que su nombre aparezca públicamente en estas líneas, para conocer algunas de sus impresiones sobre el trabajo desarrollado por él y por sus compañeros en la extinción del incendio de Tenerife.

“NO TENEMOS NI FORMACIÓN, NI LOS EPI PARA TRABAJAR EN EL INTERFAZ URBANO-FORESTAL»

Las brigadas desplazadas desde Puntagorda a Tenerife trabajaron en “intentar parar el avance lo máximo posible” mediante “el uso de línea a dos pies”. Esta técnica consiste en trabajar a
“a dos pies de la llama, con el uso de herramienta y quemando”. También intervinieron en la realización de cortafuegos, intentando “parar la parte más virulenta que bajaba al monte de Las Mercedes”.

En comparación con otros incendios, destaca como “se movilizaron muy rápido a las BRIF de la Península, ya que desde un primer momento se sabía que desde que tocara la Corona Forestal se iba a necesitar la ayuda de brigadas especializadas”.

“En Canarias, brigadas especializadas solo están los Equipos de Intervención y Refuerzo de Incendios Forestales (EIRIF) y las BRIF, a parte de las BRIFOR del Cabildo de Tenerife, porque lo demás son cuadrillas”, añade.

Este miembro de las BRIF afirma que “se ha trabajado mucho en el interfaz urbano-forestal, que para las brigadas forestales eso es un handicap, ya que no tenemos ni formación, ni los EPI para trabajar en ese tipo de condiciones”.

“EL MONTE NO TIENE SERVICIOS”

Cuestionado sobre si se puede hacer algo para evitar incendios tan destructivos como éste o el de Puntagorda del mes de julio considera que “en Canarias siempre van a haber incendios, ya sean provocados” o “sin querer”. Para este trabajador de la extinción de incendios “el problema de la virulencia de los incendios es que el monte no se trabaja”.

“El monte no tiene servicios”, afirma y así “una zona rural como Garafía, como Puntagorda, no tiene hospitales, no tiene supermercados, no tiene infraestructuras”, por lo que defiende que “si empezamos a acercar infraestructuras a las zonas rurales que sean atractivas para la gente joven o que sean compatibles con la vida y que no tengas que ir a un hospital a una hora y media, pues entonces empezaremos otra vez a repoblar el monte”.

Concluye pronosticando que “incendios van a haber”, pero “la virulencia estará basada en cuánto limpiemos, en cuanto se trabaje el monte”. Pero “ahora mismo, el trabajo en monte es cero”, indica.