Instalación fotovoltaica en La Palma. OFICINAS VERDES CANARIAS
La falta de planificación, la situación de la red de transporte o la ausencia de rentabilidad en la construcción de grandes proyectos eólicos y fotovoltaicos, a diferencia de lo que sucede en otras islas, son algunos los factores que explican que La Palma se encuentre actualmente a la cola de Canarias en producción de energía renovable.
Nuria Albert, coordinadora del proyecto La Palma Renovable, que impulsa la asociación del mismo nombre, señala como la isla “es un mercado muy pequeño” en el que a “las grandes empresas no les ha sido igual de rentable poner grandes parques como en Tenerife o Gran Canaria”.
Como apunta Antonio Cabrera, de la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético, “el inversor privado busca la viabilidad de sus proyectos” y “en La Palma como sistema aislado, sin posibilidades de interconexiones con otras islas”, como sucede en La Gomera respecto a Tenerife, “puede ser una de las causas de la escasa implantación de las tecnologías renovables en la isla”.
Además, como apunta Albert, “la red está fatal” y explica como en el caso de la Comunidad Energética Isla Bonita, cooperativa insular que promueve proyectos para producir y compartir energía renovable, se les ha denegado en muchas ocasiones parte de la potencia solicitada o se les han pedido cantidades de dinero tan importantes que hacían inviable el desarrollo de algunos de sus proyectos.
Por su parte, la Consejería de Transición Ecológica y Energía del Gobierno de Canarias, que dirige el palmero Mariano Hernández, del PP, indica que “no se ha planificado”, lo que ha provocado que “no hay las redes necesarias de transporte para poder generar con garantías”, como tampoco “puntos de enganche para posibles parques de renovables”.
Desde la mencionada consejería indican que se están llevando a cabo las políticas necesarias para cambiar esta situación y que pasarían, entre otras, porque la planificación estatal recoja ya una subestación en Fuencaliente, lo que a su juicio “permitirá dar ese salto cualitativo y cuantitativo necesario para que se apueste por La Palma para invertir”. Además, consideran que “la apuesta que se hace por la geotermia, a falta de hacerse los sondeos, puede ser una energía renovable que cambie el paradigma de la isla”.
“LA POLÍTICA ENERGÉTICA ESTÁ COLABORANDO MÁS CON LAS ELÉCTRICAS Y FONDOS DE INVERSIÓN QUE CON LAS COMUNIDADES ENERGÉTICAS LOCALES O INSULARES”
Por el contrario, desde la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético, entienden que “se puede hacer mucho más” y denuncian que “la política energética está colaborando más con las eléctricas y fondos de inversión que con las iniciativas comunitarias de las comunidades energéticas locales o insulares”, por lo que, en opinión de Antonio Cabrera, provoca que los dueños de un sistema eléctrico privatizado sean “los titulares de las inversiones de los grandes parques eólicos y fotovoltaicos”, transitando “de la dependencia del petróleo” a “la privatización del sol y el viento”.
Para Nuria Albert “es verdad que las subvenciones del Cabildo están haciendo que se estén poniendo mucho autoconsumo, pero la realidad es que no vemos que el consumo total baje”, ya que “si pones autoconsumo, la red no sabe cuándo estás produciendo” lo que supone para Cabrera una muestra del “poco interés que hay en el empoderamiento energético ciudadano”, que para él representa “la descentralización del sistema” y constituye la “expresión de la participación ciudadana en la gestión de su demanda energética”. Albert destaca también como “mucha electricidad va al bombeo de agua” y “esto sin tener desaladora”.
Fuentes de la Consejería de Transición Ecológica y Energía exponen que una isla menos dependiente de las energías fósiles tendrá que ver “en gran medida” con “la subestación del sur”, con el “éxito, o no, de la geotermia” y con de la apuesta por el hidrobombeo “que permita el almacenamiento y por tanto un mejor aprovechamiento de todo lo que se instale”.
Con todo, Nuria Albert valora que junto a “poner mucha renovable” se necesita “repensar los consumos” de energía que se hace y también “el sistema económico en su totalidad”, un trabajo que “estamos intentando crear” en espacios como una asamblea ciudadana por la energía que se pretende organizar el próximo año.
Antonio Cabrera, uno de los impulsores de la Ruta por la soberanía energética de la isla en 2015 que culminó con la firma del Manifiesto del Electrón” defiende que en la isla “se ha hecho y se está haciendo un buen trabajo a través de una transición energética de abajo hacia arriba, desde el movimiento ciudadano”, pero “no es suficiente”, ya “ha estado ausente una voluntad política a la altura de las circunstancias que se haya puesto en su sitio en la defensa oportuna de un control público del sol o del viento”.
Leave a reply
You must be logged in to post a comment.