Tasacortos, un festival terrorífico

Tasacortos, un festival terrorífico

Foto de la entrega de premios de Tasacortos 2022. CEDIDA POR EL AUTOR DEL TEXTO.

Los cinéfilos de la isla tal vez estén ya al tanto de que regresa el festival de cortometrajes Tasacortos que, como su nombre indica, tiene lugar en el municipio de Tazacorte. Aunque el terror está entre los géneros que abordan los cortos presentados, el terror más grande es el que puede sufrir un participante en este festival.

Quién escribe, participó el año pasado en el evento y vengo a relatar mi experiencia con la perspectiva que ofrece el casi año y medio transcurrido desde la presentación de Tasacortos 2022. No quiero extenderme hablando de las dificultades típicas de la creación de una obra de este tipo: escribir la idea, pasarla a guión, pulir el guion, hacer ese guion viable con medios ínfimos, coordinar los días de grabación, confiar en que la gente acuda al rodaje (no puedes pagar y todos tienen trabajo y familias), adquirir atrezzo, vestuarios, etc, grabar, separar lo que sirve de lo descartable, editar el material seleccionado, trabajar en el sonido,… Finalmente presentarlo cumpliendo las Bases y esperar al día de las proyecciones y entrega de premios, a partir de entonces ya no está en tus manos. Hasta ahí tu aportación al festival. Hasta aquí la responsabilidad de un participante con el festival.

El corto que presenté, realizado gracias a un equipo de 10 personas maravillosas que pusieron en él
lo mejor de sí mismas, acabó resultando doblemente premiado: mejor corto según el jurado y mejor
corto según el público.

Cuando lo anuncian te piden que subas al escenario, que te hagas fotos con organizadores, cargos
municipales allí presentes, etc.. y ahí empezó nuestra pesadilla. Habrá compañeros participantes que piensen que lo de ellos es peor: no tener la suerte o el honor de ser premiados… Pero deben saber que todo lo que obtuvimos fueron aquellas fotos con cargos municipales, con cara de bobos y cartelitos con promesas de premios que 14 meses después siguen sin llegar.

Al poco de bajar del escenario, nos comunicó el organizador que el premio del público, cuyo cartel
nos entregó la concejala y señala un premio de 250€… No tiene premio, “es un error”. No quieres empañar el momento y no te presentaste por dinero, aunque te haya costado tu tiempo y tu dinero producir el cortometraje, uno es comprensivo y no le da más importancia. Poco después te percatas de que todos nuestros nombres en los carteles de premios están mal escritos, tampoco pasa nada. Finalmente nos indican que en los próximos días nos entregarán el premio del jurado: 1000€.

Pasan los meses y nadie te llama para que pases a buscar nada ni para que des un número de cuenta ni para darte una explicación, preguntas al organizador y te contesta «hay problemas con el ayuntamiento», no pasa nada ¿qué urgencia va a haber?

Los cortometrajes participantes se subieron a YouTube (perfil del Festival) poco después de la “entrega de carteles”, 6 meses después descubro que el título del corto que dirigí no está junto a mi nombre, sino que aparece junto al de mi coguionista y al de otra persona que no sé quién puede ser. Contacto al organizador, le señalo el error, me contesta «ah si si, no te preocupes, se arreglará». No pasa nada.

Pasa más de un año y no hay premios, no hay corrección de errores, sólo hay vagas excusas. Y cuando estoy enormemente satisfecho con mi nivel de paciencia: no he levantado la voz, me he ofrecido a colaborar en la resolución del problema, etc entonces llega la gota definitiva, llega Tasacortos 2023.

Quien escribe, peina ya algunas canas y ha visto cómo, cuando hay voluntad, las corporaciones municipales son capaces de movilizar muchos miles de euros en un par de días, así que arrastrar esta situación por más de un año, para entregar estas miseras cantidades es algo que me cuesta asimilar.

¿Es necesario y positivo dar continuidad a un festival en estas condiciones? ¿Tiene sentido tratar de esta forma a los participantes? ¿Este festival y sus maneras ayudan al fomento de la actividad cinematográfica? ¿Es esto lo mejor que se puede hacer con los fondos para cultura? Mi respuesta es que NO, que así no.

No diré a la gente qué hacer con su vida y su tiempo, pero me parece constructivo que se conozca nuestra desagradable experiencia.Tengo la suerte de no querer dedicarme al cine ni a las artes escénicas, entre otras cosas por el exceso de vendedores de crecepelo y personajes con aires de grandeza, gracias a la libertad de tener otra profesión puedo hablar con total libertad.

¿Y para qué hablo? Lo reconozco, hablo para que me sea entregado lo comprometido según las bases que “ellos” redactaron / aprobaron, que cumplan con lo indicado en esos cartelitos que nos entregaron concejalas, alcalde,… Hablo para que mi nombre aparezca junto al título de la obra que dirigí, como sería de esperar,
como ocurre con el resto de cortometrajes.

Pero ante todo hablo para que quien venga después de mi no tenga que aguantar este cúmulo de incompetencia, abusos y faltas de respeto que restan o quitan todas las ganas de participar en eventos de esta clase.

No es mi función fiscalizar quien o quienes son responsables de este despropósito, llegados este punto ya da igual: quienes se prestan a colaborar con esta nueva edición a sabiendas de que no se ha cerrado la anterior, cumpliendo con nosotros, a todos ellos les envío mi repulsa. Es simplemente una indecencia convocar de nuevo a la gente para producir más cortos, sin haber cumplido sus responsabilidades con quienes acudimos a la edición anterior.

Por más de un año he puesto los intereses de organizador y ayuntamiento por encima de los del equipo al que represento, pero hay que saber detectar los límites de la incompetencia y decir “basta, yo me bajo aquí”.

Perfectamente consciente de que este es un tema menor, muy lejos de ser prioritario, he dejado más de un año de margen para que lo solucionaran. Pero se trata de fondos públicos, aparentemente muy mal gestionados e igual o más importantes son las faltas de respeto hacia quienes hemos colaborado en el evento con el deseo de que la actividad cultural de la isla fuese a más.

Una sociedad que no atiende y cuida un poco al arte y a los artistas es una sociedad oscura y mediocre, por ello animo a quienes pasen por este mundillo a que no se dejen pisotear, si a alguien más le han borrado o robado la autoría de su obra, no lo dejen pasar, si a alguien más lo han querido callar o censurar, que no se rinda, si alguien más ha sido engañado por la Administración o por promotores caraduras, planten cara, porque si agachamos la cabeza y tragamos con ruedas de molino cooperamos con la perpetuación de este nefasto sistema donde sólo progresan los complacientes, los cobardes y los estómagos agradecidos.

Perseguir los sueños a cualquier precio, soportando o practicando vejaciones, faltas de respeto o engaños yo creo que no merece la pena, pues ni soñador ni sueño no son los mismos tras recorrer tal camino.

Juan Diego Suárez, se lo pido por enésima vez: ponga mi nombre al cortometraje que dirigí, corrija en tres minutos esa chapuza dentro de la larga lista, tenga ese mínimo de profesionalidad y educación.

Saludos y ánimo a todos los Artistas.

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