Desde hace varios meses, el Plan Territorial Insular de Emergencias de Protección Civil de la isla de la Palma, Peinpal, autoriza el regreso a viviendas de los núcleos de La Bombilla y de Puerto Naos, así como a una parte de la playa, que cuenten “con un histórico de datos de gases por debajo de las 700 partes por millón (ppm)”.

En las próximas semanas, el Hospital Universitario de La Palma comenzará a estudiar la concentración de CO2 en el aire espirado por los vecinos que han regresado a La Bombilla y a Puerto Naos, que en la actualidad alcanzan la cifra de unas 30 familias, según se informó en la última sesión plenaria de la institución insular.

En dicho pleno, la consejera del PSOE, Jordana Rodríguez, preguntó por la situación en que se encontraban las conversaciones con las autoridades sanitarias sobre “unas pruebas que los médicos querían realizar para determinar que la gente (que allí reside) tuviera un pequeño seguimiento y a futuras generaciones nos sirviese para saber la afección del CO2 a largo plazo”.

El presidente del Cabildo, Sergio Rodríguez, confirmó que la primera institución insular “ha sido quien ha comprado los capnógrafos, que es la instrumentación necesaria para hacer las pruebas”. Estos aparatos, según la definición que aporta la Clínica de la Universidad de Navarra, se utilizan para “medir la concentración de dióxido de carbono en el medio ambiente”.

En este caso se trataría de la medición del CO2 espirado por los residentes en estos núcleos que durante más de dos años han sido considerados “zona de exclusión” por las altas concentraciones de gases registradas como consecuencia de la erupción volcánica de 2021.

Sergio Rodríguez avanzó que Salud Pública “lo único que ha solicitado es una relación de personas, que sean más de 10, para tener un documento que nos avale científicamente ese dato”, por lo que “está todo preparado” para comenzar el estudio “a falta de tener la relación pertinente”.